Network Marketing: Una profesión con Futuro

Fuente: Alfonso Blas

ESIC es una de las escuelas de negocios de mayor prestigio de España. Por ella pasan un buen número de lo que serán los directivos y ejecutivos de nuestras empresas en el futuro.

El network marketing, está llegando poco a poco a las escuelas de alta dirección y también a la Universidad Complutense de Madrid

El network marketing, también conocido como multinivel, es un sistema de distribución de productos o servicios basado en redes de distribuidores, que son los que se encargan de realizar las tareas de promoción, publicidad, y en definitiva de acercar el producto al consumidor final.

En nuestro país, España, pese a que se empezó a conocer masivamente y también a crear cierta polémica desde los años 80, apenas supone el 0,5% del volumen de distribución de productos o servicios.

Este 0,5% contrasta fuertemente con EE.UU. y Japón, países en los que la distribución de productos mediante network marketing, supone casi el 30% del volumen, lo que significa que en España aún queda muchísimo camino por recorrer, y supone una buena noticia para los networkers ya que se encuentran con un mercado prácticamente virgen.

Por otro lado, iniciar un negocio de distribución “multinivel” o network marketing, minimiza los riesgos relativos a la inversión, puesto que tan sólo se necesita, asociarse a la compañía fabricante, adquirir lo básico para promocionar los productos, y la informática elemental necesaria para poder conectarse a la oficina virtual de la Compañía, y para poder realizar las tareas básicas.

Uno de los docentes de esta prestigiosa escuela de negocios, Luís Cadenas, habla del modelo de negocio de Marketing en Red.

Es muy importante diferenciar en este modelo de negocios lo que es la Compañía fabricante, los distribuidores independientes, que son tal como indica su nombre empresarios totalmente independientes de la Compañía y el sistema de formación, motivación que usan los distribuidores a través de seminarios, convenciones en muchas ocasiones con gran afluencia, etc..

Las previsiones indican que para las próximas décadas las redes de distribución  “network marketing” multinivel serán las que empiecen a acaparar el mercado de la distribución,  siendo uno de los sectores con mayor crecimiento el de la salud y bienestar.

4 compañías de MLM(marketing multinivel) y venta directa hacen parte de una lista en una selección de forbes

 

Cuatro compañías de venta directa, doTERRA, New Avon, Herbalife y Nu Skin Enterprises, hicieron parte de la lista de los mejores empleadores de medianos en América de Forbes para el 2017. La lista anual, realizada con la ayuda de la base de datos estadísticos y la firma de investigación de consumo Statista, reconoce a las compañías que operan en los Estados Unidos entre 1.000 y 5.000 trabajadores y que son los mejores en hacer que sus empleados se sientan felices, inspirados y bien recompensados.

 

doTERRA, de Pleasant Grove, Utah, con 1.650 empleados, se ubicó en el puesto número 71 en la lista. New Avon, con 2.100 empleados, fue la número 246; Herbalife, con 2.300 empleados, fue la No. 263; y Nu Skin, con 4.800 empleados, fue la No. 273.

Statista encuestó a 30.000 empleados de forma anónima a través de varios paneles en línea. Klaas Seestädt, el analista de Statista que supervisa el proyecto, dijo que la pregunta más ponderada de los encuestados era si recomendarían su propia compañía a otros, en una escala de cero a diez. Mientras a los empleados se les pidió que calificaran a sus empleadores en salarios, diversidad, los caminos hacia el progreso y otros factores de trabajo, esos resultados no afectaron la puntuación general y en su lugar se usaron para medir lo que una empresa dada estaba haciendo bien o mal en obtener la aprobación de los empleados.

El superhéroe que hay en tí

Usted es un superhéroe (y no lo sabe)

Los ‘superman’ y ‘wonder woman’ de andar por casa comparten dos características poderosas. Ninguna es volar… ni falta que les hace

Fuente: El País Psicología

Usted es un superhéroe (y no lo sabe)

Levantarse cada día y seguir sonriendo pese a condiciones muy desfavorables, poner en marcha un negocio propio, superar una ruptura sentimental o el fallecimiento de un ser querido o pararle los pies a un jefe abusón. son algunas de las heroicidades que cada día protagonizan miles personas anónimas. No es necesario llevar una capa superpoderosa al estilo Batman para ser un ejemplo a seguir por los demás. De hecho, cuando Pilar Jericó, presidenta de la consultora de management Be-Up escritora, conferenciante y colaboradora en el blog El Laboratorio de la Felicidad, de El País Semanal, pregunta a los asistentes a sus talleres y conferencias sobre las personas que tienen como referentes en su vida, «la mayoría mencionan a un familiar cercano, un antiguo jefe, la pareja… En definitiva, personas de carne y hueso que les influyeron positivamente. Por eso, todos tenemos el potencial de ser héroes cotidianos, aunque no seamos conscientes de ello».

Como Superman, pero sin la capa

Para Jericó, hay dos rasgos que en cualquier época y cultura diferencian a los héroes del resto de la humanidad: el primero es que ellos siempre se salvan a sí mismos, es decir, no esperan a que sea otro el que vaya a rescatarles de los problemas; y el segundo, que son un ejemplo para el resto, aunque no lo pretendan.

Nuestro potencial es estimulado por las experiencias que vivimos, las personas que nos rodean y aquellas con las que nos relacionamos

LAURA GARCÍA AGUSTÍN, PSICÓLOGA CLÍNICA

¿Reúne estos requisitos? ¿Cree que alguien de su entorno los tiene? Modelar una personalidad que contenga valores como coraje, determinación, entusiasmo o confianza en uno mismo es un proceso que tiene su origen en diferentes fuentes. «Nuestro potencial es estimulado por las experiencias que vivimos, las personas que nos rodean y aquellas con las que nos relacionamos», explica la psicóloga clínica Laura García Agustín, directora de Grupo Clave Salud, quien encuentra en la familia la cantera donde se forja el carácter de las personas. «Es en el hogar donde se nos estimula o se nos desalienta. Y es allí donde aprendemos todo, bien por imitación directa, copiando de nuestros referentes, o por reacción a lo que vemos, haciendo lo contrario de lo que observamos en nuestros modelos, por rebeldía», sostiene García Agustín.

Por su parte, Jericó también señala el entorno familiar como uno de los orígenes más influyentes en el desarrollo intelectual y emocional de las personas, al que añade el componente genético como otro de los factores a tener en cuenta. Eso sí, advierte de que «ninguno de los dos prescribe nuestra conducta, ya que, la determinación es absolutamente personal».

Crecer sin miedo

Las decisiones que tomamos frente a las vicisitudes de la vida y que, en ocasiones, nos convierten en héroes cotidianos, en gran medida responden a cómo desde pequeños «las personas de nuestro entorno nos han estimulado y nos han inoculado el deseo de superarnos cada día», como asegura la psicóloga García Agustín. En otras palabras, «las expectativas que los demás proyectan en nosotros condicionan, en parte, quiénes vamos a ser en el futuro». Es lo que, en psicología, se conoce como efecto Pigmalión.

Así pues, vemos cómo, por un lado, un entorno adecuado en combinación con una genética específica puede contribuir a convertirnos en héroes, es decir, personas admiradas por su actitud, comportamiento o logros en la vida. Sin embargo, no podemos ignorar que, por otro lado, existen factores que dificultan el desarrollo de todo nuestro potencial. «Ciertas creencias y miedos personales, así como la falta de recursos para lograr lo que queremos, se convierten en poderosos frenos que nos impiden alcanzar nuestros deseos», apunta Jericó, quien lo ejemplifica así: «Si pensamos que no podemos enfrentarnos a nuestro jefe, será muy difícil que lo hagamos. Igualmente, si queremos romper con nuestra pareja, puede que el miedo nos paralice. Y, por último, quizá queramos montar nuestra propia empresa, pero no seamos capaces de dar el paso porque nos falta la estrategia que nos daría la fuerza suficiente para ponernos en marcha».

Ciertas creencias y miedos personales, así como la falta de recursos para lograr lo que queremos, se convierten en poderosos frenos que nos impiden alcanzar nuestros deseos

PILAR JERICÓ, ESCRITORA Y PRESIDENTA DE BE-UP

Temores que según Pilar Jericó, autora del libro No miedo (Alienta Editorial, 2007), la mayoría de las veces son invenciones, creaciones de nuestra mente. «De ahí que quien sufre un problema, normalmente, magnifica sus consecuencias, mientras que si lo observamos desde la distancia nos suele resultar más sencillo enfrentarnos a él, ya que, cuando estamos fuera, las emociones desaparecen o, al menos, se minimizan, y podemos reducir la cuestión a un simple causa y efecto», dice la experta. Por ejemplo, imagine que un amigo le pide consejo para resolver una situación laboral en la que su jefe le ha encomendado un trabajo que no se corresponde con su cargo. Ante esa situación, usted le sugiere que se limite a comunicar su disconformidad.

Es decir, simplemente zanje la cuestión haciéndole saber a su superior que no está dispuesto a realizar esa labor. Parece fácil, ¿no? Sin embargo, lo que para usted es acción-reacción, para su amigo supone un esfuerzo titánico, una heroicidad que bien podría adjudicarse a Spiderman, al Capitán América o a Wonder Woman. Y es que si hace un ejercicio de empatía e imagina que es usted el que se encuentra en la disyuntiva de negarse o no a realizar ese trabajo, comprobará cómo esa decisión está, inevitablemente, «envuelta en una maraña de dudas y desasosiego».

Contra todo pronóstico

Ahora bien, tanto si esos miedos son reales como si solo están en nuestra imaginación, lo cierto es que a lo largo de la historia ha habido y hay muchas personas capaces de mirar de frente a las dificultades y no renunciar a sus anhelos. Todas ellas son héroes, unas veces anónimos y, otras, con nombre y apellidos, como Helen Keller (1880-1968), una mujer sorda, ciega y muda, que a pesar de sus limitaciones fue capaz de obtener un título universitario y convertirse en activista política y escritora, como rememora Laura García Agustín.

Para la psicóloga y autora de El valor de lo vivido (Temas de Hoy, 2009), Keller es la prueba de que un entorno que cree en nosotros y nos estimula, puede determinar en gran medida cuál será nuestro camino en la vida. «Pero, también es cierto que por sí mismo, no es suficiente. Pues lo contrario, también sucede. Es decir, personas en ambientes muy desfavorables que han salido fortalecidas a pesar de lo vivido», concluye.

BREVE GUÍA PARA SUPERHÉROES

Estamos rodeados de héroes cotidianos, de esos que lo dan todo por muy poco y de los que la mayoría de las veces no conocemos ni el nombre ni los apellidos. Puede que su vecino sea uno de ellos o quizá lo sea usted para alguien. «Todos llevamos un héroe en potencia en nuestro interior, es decir, una persona que sabe salir ella misma de los problemas y que es un referente positivo para el resto», asegura la escritora Pilar Jericó. Sin embargo, no siempre conseguimos dar el paso y nos quedamos en simples mortales. La psicóloga Laura García Agustín señala los pasos necesarios para dejar salir al héroe que todos llevamos dentro:

1. Identifique sus fortalezas y debilidades. Saber con qué recursos contamos antes de iniciar cualquier objetivo es fundamental para alcanzarlo.

2. Defina su meta. Es esencial tener claro qué conductas o habilidades queremos incorporar, reducir o eliminar.

3. Diseñe un plan. Para conseguir lo que queremos debemos establecer acciones concretas, alcanzables, realistas y medibles, que nos den información efectiva a lo largo del proceso hacia nuestro propósito.

4. Aplauda sus progresos. El reconocimiento a medida que avanza es imprescindible para alcanzar el objetivo con eficacia y rapidez.

Por su parte, Pilar Jericó completa este listado y añade:

5. No caiga en actitudes poco «heroicas». La queja, el victimismo o no asumir responsabilidades nos restan energía.

6. Busque un apoyo. Todos los héroes tienen amigos. Buscar personas que le ayuden a lograr su sueño no le merma heroicidad a su gesta.

7. Relativice. Si contemplamos los grandísimos problemas que teníamos (aprobar un examen, pedir salir a una chica o aceptar una oferta de trabajo), veríamos cómo no eran tan críticos como pensábamos. Por ello, intente tomar distancia.

8. Disfrute. Algo que tienen en común todos los héroes es la pasión que ponen en lo que hacen. Por eso, ante situaciones difíciles, es crucial ver la parte amable del problema, aquello de lo que se puede aprender y sacar provecho para seguir avanzando.

Proactividad vs reactividad

¿Eres proactivo o reactivo?

Eres proactivo o reactivoDicen que en este mundo hay dos tipos de personas, las que hacen que las cosas pasen y las que esperan que las cosas pasen. Los proactivos son los primeros. Y si quieres emprender y tener tu propio negocio debes serlo.

La proactividad es la combinación de tener iniciativa y responsabilidad personal.

Por un lado, la iniciativa de querer que pasen cosas y hacer que pasen, en lugar de hacer sólo lo que te piden. La responsabilidad personal es el hecho de hacerse responsable de los resultados que se obtienen en la vida.

Para cada uno de nosotros la realidad no es lo que nos pasa sino cómo lo interpretamos. Las personas proactivas interpretan un mismo hecho de manera diferente a las personas reactivas.

En un día de lluvia, una persona reactiva dirá que se moja porque llueve y una persona proactiva dirá que se moja porque se ha olvidado el paraguas. Ambas personas tienen razón, ninguna de ellas miente. Simplemente cambia su foco de atención. El foco de la persona reactiva está afuera, mientras que el de la persona proactiva está en su interior.

Del mismo modo, una persona reactiva dirá que le han suspendido un examen y una proactiva dirá que ella ha suspendido el examen. La persona proactiva toma responsabilidad sobre el resultado que ha obtenido y ve que podría hacer algo para cambiar este resultado.

RESPONSABILIDAD NO ES CULPABILIDAD

Atención: hacerse responsable no significa ser culpable. Quiere decir que yo puedo hacer algo o podría haber hecho algo para que las cosas fueran de otra manera, no que sea culpable de lo ocurrido.

En un accidente de coche quizás el culpable es el otro conductor, pero yo podría haber evitado la colisión si hubiera dejado más distancia de seguridad o si no hubiera estado distraído sintonizando la radio.

La persona reactiva busca culpables de lo que le pasa: el gobierno, la familia, los bancos, los profesores… Se centra en las causas de los problemas, quién hizo qué y desde cuándo y por qué no hizo algo cuando podía. Cuando ha resuelto todas estas cuestiones se queda tranquila porque ya ha quedado claro que ella no tiene la culpa y que los demás lo hacen todo muy mal. Pero el problema sigue ahí. No se ha solucionado.

La persona proactiva, en cambio, se centra en solucionar el problema. Acepta que la situación actual es la que es, toma responsabilidad sobre aquella parte donde puede hacer algo y actúa.

VÍCTIMA O PROTAGONISTA

La persona reactiva cree que no tiene ningún tipo de influencia sobre las cosas que le suceden, que la vida no es justa y depende mucho de la suerte.

La persona proactiva es consciente de que tiene el poder de contribuir a obtener los resultados que quiere. Sabe que la suerte, entendida como fortuna, no existe, sino que es el resultado de trabajar para prepararse y estar atento a las oportunidades o, incluso, crearlas. Cuanto más trabaje para conseguir lo que quiere, menos dependerán sus resultados del azar.

La persona reactiva se siente una víctima de las circunstancias. Envidia a los que tienen más suerte que ella y critica lo que los demás hacen mal, pero no hace nada para cambiar su situación.

La persona proactiva, en cambio, se sabe protagonista de su propia vida y es consciente de que sus éxitos dependen en gran medida de sí misma. Sabe que tiene diferentes opciones y que puede elegir.

En el ejemplo del día de lluvia puede decidir quedarse en casa, salir sin paraguas y mojarse, coger el paraguas y no abrirlo o abrirlo sólo si llueve fuerte.

Eres proactivo o reactivo 2

EXCUSAS

La persona reactiva busca excusas para no actuar como: “no tengo tiempo”, “esto es para los ricos”, “soy demasiado mayor”, “soy demasiado joven”, “si nadie lo ha hecho hasta ahora, por algo debe de ser “,”no es buen momento”.

La persona proactiva busca oportunidades para actuar. En lugar de preguntarse si podrá hacerlo o no, se pregunta “¿cómo puedo hacerlo?”. Da por supuesto que tiene que haber alguna manera, sólo hay que encontrarla.

Viendo estas dos formas tan diferentes de encarar la vida, ¿quién te parece que conseguirá con más facilidad sus propósitos? ¿En qué ámbito de tu vida puedes tomar responsabilidad y ser más proactivo?